La iglesia y convento del Carmen es un monumento muy particular porque al observarlo, inevitablemente, viene a la memoria el terremoto que destruyó gran parte de la ciudad en el siglo XVIII.
El convento fue fundado en el siglo XV por Nuno Alvarez Pereira para acoger a la orden de las carmelitas. La iglesia gótica fue en su momento una de las más bellas e importantes de Lisboa. Hoy impresiona ver los arcos ojivales desnudos, como si fueran el esqueleto del edificio cuyo techo se desplomó cuando la tierra tembló en 1755.
El templo sigue siendo un majestuoso ejemplo de arquitectura gótica. Lo que queda en pie permite imaginar el esplendor de las antiguas vidrieras y de las tres naves que forman la planta de la iglesia. Fue parcialmente reconstruida en el siglo XIX, aunque nunca llegó a cubrirse con un nuevo tejado.
En la actualidad, el convento acoge la sede del Museo Arqueológico do Carmo, cuya visita resulta muy interesante. Aquí se conservan objetos diversos que abarcan desde el Paleolítico hasta la Edad Media: capiteles y frisos romanos, estelas funerarias de la época visigótica, hermosos pilares policromados representativos del arte mozárabe, esculturas medievales, paneles con delicados mosaicos hechos con los característicos azulejos portugueses, etc.
En el interior de la iglesia también podrás ver el sepulcro en piedra tallada del fundador de la orden.
El convento del Carmen se encuentra en pleno barrio del Chiado, en la zona alta de la ciudad, mirando desde la colina a la plaza del Rossío. El edificio semi derruido resulta imponente y da un aire de cierto misterio y nostalgia a este barrio, uno de los más típicos de la capital lusa.
El museo puede visitarse de martes a sábado de 10:00 a 18:00 (verano) y hasta las 17:00 en horario de invierno (octubre – abril).
Cómo llegar al Convento del Carmen
Una buena forma de llegar al monasterio do Carmo es utilizando el elevador de Santa Justa, que te llevará desde la Baixa hasta el Barrio Alto dejándote justo enfrente del convento, en la calle Largo do Carmo.
Foto: tetegil